martes, 9 de febrero de 2010

Hostelería toledana

Tengo ante todo que romper una lanza ante los nuevos hosteleros toledanos. Vamos, que la hostelería toledana, creo, está cambiando, y más que debe cambiar en las próximas elecciones. Está llegando gente nueva, con nuevas ideas, con ganas de hacer cosas por sus negocios y por su ciudad. A riesgo de que los gerifaltes vuelvan a amenazarme con pegarme, diré que ese es el futuro de los hosteleros en la ciudad. El futuro es de los que no dicen aquello de que 'una fuente en la puerta te quita negocio', porque saben que una fuente, y dos o tres locales más lo que hacen es atraer clientes. En fin, lo que digo, nuevas mentalidades.
Dicho esto, también cuento que me ha vuelto a pasar. Quizás la culpa sea mía, por seguir probando nuevos locales... El hecho es que este mediodía, doce de la mañana con puntualidad insultante, un compañero de trabajo y yo hemos entrado en un bar que nunca había visitado y al que  nunca voy a volver. Está, para más señas, en Venancio González.
Detrás del mostrados había un cartel que anunciaba que los desayunos de diez a doce costaban dos euros.
El camarero, señor mayor, tenía incluso cara agradable.
Y yo le pregunto:
-¿Das todavía desayunos?
-Son hasta las doce -me responde con cara panoli.
-Bueno, son las doce y dos minutos.
-No, hasta las doce.
Así que por educación, más educación, desde luego, que la suya, nos tomamos dos cafés y nos despedimos para siempre.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Espero que sea cierto lo que cuentas, por que yo, que solo he estado en Toledo una vez, me vine con una malísima impresión en la atención recibida. de hecho, en el primer bar donde nos sentamos, terminamos, despues de una hora de paciente espera, que levantarnos sin ser atendidos. En fin.... confiemos en los cambios. Nanda

Dikaios dijo...

Supongo que el secreto estará en no ir a bares para guiris; ya sabes, de esos que piensan que por muy mal que te trate, mañana volverá a tener el local lleno con gente distinta. No saben el mal que hacen a la ciudad.
Por supuesto que hay honrosas excepciones, aunque creo que no son precisamente las que tienen fama en la ciudad. Hace un año, enseñando la ciudad a unos amigos, nos trataron fatal en uno de los locales que tiene buena fama por aquí, uno que da muchas comidas y muy baratas por Hacienda (no digo más).
Saludos y gracias por tu lectura.
Por cierto, tengo que ver mejor tus fotos, pero, ¡qué colores más chulos!

Anónimo dijo...

Hola Justo, con relación a lo del bar, no me dió la impresión de ser un bar de guiris, pero en fin.....Y gracias por haber visto las fotos, y si, los colores, un chulada, pero no es el mérito de las fotos, es el lujo de colores que da esta tierra. Un saludo!. Nanda