lunes, 23 de junio de 2008

La conversión de los indios

Es divertido ver un partido de la selección en una peña atlética, porque como allí no están acostumbrados a ganar partidos importantes, hacen una fiesta de cada ocasión y de cada detalle. Es cien por cien recomendable.
Pero más divertido todavía es ver cómo vitorean a un jugador del Madrid, como Íker Casillas. En el partido contra Italia los atléticos se quedaron afónicos de gritar ‘Íker, Íker’ y ‘Casillas Maravilla’ mucho antes del apoteósico final de los penaltis. Los madridistas, más acostumbrados a lo bueno, nos echábamos divertidos miradas de complicidad.Si para que a uno le hagan santo tiene que realizar varios milagros, San Íker ya tiene mucho camino hecho. Ha logrado la conversión de los infieles indígenas. Y yo que ellos, me andaba con cuidado, no sea que se acostumbren a lo bueno y se cambien de equipo, jejeje. Más que nada, porque luego monseñor Cañizares se opone a aquello de la apostasía. Aunque eso sería ya para otra entrada de blog. (Por cierto, nuestra foto es de antes del partido con Grecia, de ahí el poco ambiente)