miércoles, 20 de marzo de 2013

Cortijo de curas


“No me lo puedo creer”. “Esto es la España más profunda”. Fuero algunos de los comentarios que se escucharon entre toledanos y visitantes el pasado sábado cuando un agente de la Policía Local mandó parar su espectáculo a una charanga porque se estaba transportando la repisa de un paso de Semana Santa.No eran ni las nueve de la tarde. La charanga, proveniente de Casarrubios del Monte, estaba interpretando unos bailes brasileños en la plaza de Zocodover. Al mismo tiempo, la hermandad del Cristo de la Humildad estaba retornando al monasterio de San Juan de los Reyes la repisa recién restaurada de su paso. No se trataba de un acto de Semana Santa, sino de un mero transporte, eso sí, a hombros de los fieles. Para amenizar el recorrido, ellos mismos habían puesto sobre el soporte un aparato de sonido, que reproducía música religiosa. La cofradía trató de meter la repisa por la calle Sillerías, pero un balcón se lo impidió. De forma que volvió sobre sus pasos hasta Zocodover, donde descansó unos instantes, a escasos metros del lugar donde la charanga continuaba animando la plaza.
Fue entonces cuando a uno de los dos agentes de la Policía Local que estaba controlando el transporte le debió de parecer mal que hubiera música brasileña junto a esta repisa. De una u otra forma, sin que al parecer nadie de la cofradía se lo pidiera, se dirigió enérgicamente desde el inicio de la calle del Comercio al centro de Zocodover para pedir vehementemente a la charanga que no tocara música, en tanto proseguía el transporte.
Una más, y van varias en poco tiempo. Parece que los católicos dan por sentado que Toledo es suyo y que no hay más ley que la suya. Mucho le queda por hacer al nuevo Vicario de Roma si quiere cambiar esto. Porque parece que los suyos son más papitas que el Papa, nunca mejor dicho.
Este celo policial viene a sumarse al reciente incidente del tanatorio de Toledo, donde un cura católico decidió que los familiares de un muerto de otra religión (evangelistas) no pudieran hacer un funeral en las instalaciones de carácter municipal que ellos pedían.
Lo dicho, parece que en Toledo continúa el nacional catolicismo. Así nos va.