lunes, 10 de noviembre de 2008

Casa de Muñecas - Sandman - Gaiman

Hace un par de meses que comenté el cómic Eternos (El Rincón de Díkaios: Eternos). Al referirme a su guionista, Neil Gaiman, advertí que su Sandman me parece irregular, algo que me ha valido una colleja por parte de una amiga. Pues me explico: creo que el cómic tiene capítulos que son verdaderas obras de arte, mezclados con otros un tanto aburridos.
Aprovechando que hoy es el cumple del guionista británico (48 tacos ya), voy a comentar uno de los tomos de la historia que me parecen geniales, La casa de muñecas. Resulta que ya tuve el cómic en mis manos, hace unos cinco o seis años. Cuando me lo dejó la chica con la que estaba, no me gustó en absoluto. Me leí la graciosa historia de Morfeo con su hermana Muerte, y me aburrió la historia perdida en los albores de los tiempos en la que Sandman se enamoró de Nada.
Ahora ha sido distinto. ¡Qué curiosos los efectos del tiempo! El cómic me enganchó desde el principio y lo devoré con avidez. El señor de los sueños y sus tribulaciones por salvar al mundo de un vórtice quedan en segundo plano tras la historia de una joven que acaba de conocer a su abuela y busca a su hermano desaparecido. La obra es casi coral, con un desarrollo genial, uno personajes bien definidos y un final bastante bien resuelto.
Pero lo dicho, las sagas posteriores sí están a la altura, pero también hay otras más adelante que ya no son para tanto.