viernes, 9 de mayo de 2008

Elegy

Elegy, de Isabel Coixet, está protagonizada por Ben Kingsley y nuestra Pene.


Elegy es una peli lenta, que a falta de acción, expresa con diálogos las ideas y sentimientos. Por todo ellos, parecería francesa, de no ser porque trancurre en Nueva York, porque al principio de ella mencionana la Alianza de Civilizaciones y se tiran todo el rato hablando de Goya, y comparando a Pe con sus majas. Incluso planean visitar Madrid para ver el Prado. Elegy es tan lenta que en ocasiones hay planos cortos tremendamente largos con un personaje hablando, que para que no sean insoportables, tiemblan como si se hubieran grabado con la cámara al hombro. Otras veces, en las escenas de amor, me recuerda a un anuncio de colonias.


Respecto a los personajes, está el amigo del que no paran de decir que tiene el premio Pulitzer de Poesía, y que tiene toda la pinta de tener el premio Pulitzer de Poesía.


De la chica, de Pe, el viejo enamorado dice que es sofisticada y elegante. Pero yo la veía con las mismas caras y las mismas expresiones que la Raimunda de Volver.

El prota, Ben Kingsley,es un viejo intelectual con miedo a la responsabilidad, al que tienes garnas de estar dando de collejas todo el rato, primero para hacer que se líe con la chica y luego para decirle que no la cague. Es una mezcla del calvo de la lotería en el porte y de mi amigo Ramón en los gestos.

La película se hace muy creíble en cuanto a personajes, sentimientos y situaciones. Pero es muy pesada. Quiere ser demasiado poética y utiliza metáforas muy recurrentes, como el mar para hablar del futuro, la lluvia de la tristeza y la multitud de la soledad. Lo que no me gustó nada fue ese tufillo a moraleja, de que la verdadera belleza está en el interior, que deja en demasiados momentos.