martes, 22 de noviembre de 2011

El 15M, como diagnóstico de lo que no funciona de la democracia participativa y el capitalismo neoliberal


El movimiento 15M diagnostica la enfermedad de la democracia participativa y el capitalismo neoliberal, que nos están llevando al desencanto político y a la crisis, y buscará las respuestas más allá de los mismos. “El 15M es una gran conversación, que está ayudando a diagnosticar al enfermo, y al romper el elemento de la rutina, está ayudando a entender lo que no nos gusta. Cuando se junten todas las pequeñas teselas del mosaico, que son certezas de algo que no te gustan, va a salir un gran mosaico, en el que quedará retratado todo lo que no funciona del sistema. Con ese rompecabezas completo, se podrá comenzar a romper un sistema que lleva en marcha en algunos casos quinientos años”. Así lo explicó en el Polígono el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense Juan Carlos Monedero.
Monedero participó en la charla coloquio ‘Movimiento 15M: Perspectiva y futuro’, que organizó la Asociación de Vecinos ‘El Tajo’ en el marco del Otoño Cultural ‘El Polígono...Míralo’. El profesor dirige el Departamento de Gobierno, Políticas Públicas y Ciudadanía Global del Instituto Complutense de Estudios Internacionales. Ha sido uno de los primeros profesores de su generación que ha planteado una mirada crítica a la transición española, vinculando la forma en que se acabó el franquismo con la baja densidad de la democracia en España. Fue asesor del ex coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, y del presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Colabora en el diario Público, tiene el blog personal ‘¡Comiendo tierra!’ y participa en el 15M. Ha publicado recientemente ‘El gobierno de las palabras. Política para tiempos de confusión’ y ‘La transición contada a nuestros padres. Nocturno de la democracia española’.
Más allá, en su imagen y en sus argumentos, Monedero simboliza el prototipo básico de intelectual de izquierdas, un teórico de los que va abriendo camino en las ideas, rompiendo los esquemas. La primera vez que lo vi, estaba hablando pausadamente de política con José Esteban Chozas, Emiliano García y otros miembros de la Asociación de Vecinos. Mientras los demás guardaban un respetuoso silencio, él hilaba sin solución de continuidad argumentos, ejemplos y explicaciones, metáforas bien hiladas en ocasiones, de sus teorías.
¿Por qué la presencia de Monedero en el Polígono? García, como presidente de la Asociación, me recordó que ‘El Tajo’ fue la primera en apoyar en Toledo al 15M como iniciativa, más allá de que compartiera con ella ciertas premisas. Lo hizo públicamente en Zocodover. Ahora, en el Otoño Cultural, quiso seguir hablando de esta corriente crítica. “Porque estamos viendo que hay una alternancia que no nos lleva a nada, y hay que cambiar la forma de hacer política y de atender a la demanda social”, explicó. A Emiliano, el 15M le recuerda en cierta forma aquel momento en el que nacieron las asociaciones de vecinos para pedir casas o retretes, “porque había que cambiar esa forma de gobernar y de atender a toda la población, y en estos momentos, vamos a darle tiempo al tiempo, y el 15M puede ser un soplo contra ese desaliento de la forma en la que nos están gobernando”.
Monedero fue sin duda la gran estrella de la charla coloquio, con su argumentario claro y coherente. “Pedirle al 15M, que lleva seis meses, que dé la solución a un modelo capitalista que lleva cinco siglos y a un modelo de democracia liberal participativa que lleva trescientos años, es excesivo, se tiene que vestir despacio”, explicó.
Para Monedero, la economía neoliberal va generando enormes bolsas de pobreza y pequeños grupos de riqueza. Y la democracia representativa, que llama a la ciudadanía cada cuatro años y ha hecho a la escasa militancia prácticamente funcionarios de su espacio de poder, ha sido funcional para ese proceso de exclusión de la economía neoliberal. Todo ello constituye una clausura, la gente no tiene salida. “Si votas al partido A y tienes la esperanza de que cuando lo hace mal, votas al B, y el B también lo hace mal, no te quedan salidas”, explicó. Un proceso que se acentúa cuando los ciudadanos notan la ‘cartelización’ de los partidos, que generan una serie de reglas a favor de sí mismos, no de la ciudadanía; se pueden presentar personas en procesos por corrupción, o los bancos reciben un trato privilegiado y financiación desde le erario público, o los políticos gestionan las cajas de ahorros que han arruinado los dirigentes que han puesto. “Toda esa indignación, se tiene que canalizar por algún lado”, concluyó Monedero.
A su juicio, el 15M es una respuesta a la “clausura política” que suponen la democracia representativa y el capitalismo neoliberal, “que por su propia lógica están abocados a la crisis. El capitalismo neoliberal, explicó, busca respuestas para reforzar las tasas de ganancias de las empresas, que cada vez genera más pobreza y más expulsados. Parafraseando a Maxrs, advirtió que genera una amplia masa de desheredados, y una pequeña porción de gente que vive muy bien; algo que, recuerda, está reconociendo el Banco Mundial, al reflejar en varios estudios que nunca ha habido tantas desigualdades como ahora. Por su parte, la democracia participativa, que se podría resumir en eso de “vota y no te metas en política”, ha transformado la estructura de los partidos originarios de masas, sostenidos con la cuota de los afiliados y controlaban a su dirigencia, en partidos “atrapalotodo”, donde la militancia va perdiendo fuerza, y el partido se convierte en una marca, más ligada al líder que a las ideologías. Se van equiparando los principios ideológicos de las principales fuerzas. Y eso desemboca en la ‘cartelización’ de los partidos, que tienen una serie de reglas muy fuertes, y quienes no las cumplen, se salen fuera. Son reglas que se traducen en que el militante ya no pinta nada, el partido se financia de fondos públicos o privados, por lo que no necesita a la militancia, y activa a las bases sólo cuando hay elecciones. Lucha electoralmente en un entorno centrado para no intentar perder votos. Lo importante no es tener detrás a un sindicato, sino a medios de comunicación.
La crisis del neoliberalismo genera una financiarización de la economía, que sitúa a las finanzas y a los bancos en un lugar privilegiado, finanzas y bancos que sostienen a los partidos políticos a través de préstamos, y también a empresas de medios de comunicación.

El 15M. En esta situación, “el 15M no es una respuesta, el 15M es una pregunta”, explicó Monedero. Es una pregunta a la falta de soluciones que ofrece la democracia participativa, y a la promesa cumplida de la crisis de acabar con el artículo 1 de la Constitución. La gente que vive cómodamente en este modelo es el que le dice al 15M que forme un partido político y juegue con sus reglas. Pero el 15M –argumentó el politólogo- se plantea si incorporarse a esta lógica política excluyente o incorporarse, a través de los préstamos, a la economía neoliberal, también en crisis. Y piensa que no tiene ninguna necesidad de incorporarse a dos estructuras que están podridas, y que ya no funcionan. A su juicio, el 15M tiene la intuición de que no hay respuestas dentro de estos dos elementos. “No quiere meterse dentro de los dos elementos tóxicos para contaminarse”, advirtió.
Eso no significa, que el 15M no deba ser consciente de que existen elementos que conspiran contra su existencia. Porque sin liderazgo, sin estructuras y sin programa es muy difícil que funcione una organización. Y hay momentos muy pendulares desde lo colectivo a refugio a lo privado. Tiene que haber recursos para conservar esa mística ciudadana, para que el movimiento no se disuelva, como ocurrió tras las protestas en Europa contra la guerra. Así lo ha entendido el 15M, que está empezando a peguntarse por la organización, el liderazgo y el partido.
¿Y por qué surge ahora el 15M? “Porque se han juntado una serie de elementos, que han permitido visualizar lo que antes no se veía”, explica Monedero. En ciencias políticas, la obediencia tiene cuatro ingredientes: la coacción, la legitimidad del poder, la inclusión ciudadana que se logra y la rutina. “Los cuatro han recibido un duro golpe”, se mostró convencido Modedero. La coacción ha variado, porque de repente hay una clase media que cuando protesta ve que la están tratando como proletaria. Como no está acostumbrada, se enfada. La legitimidad está en cuestión, porque el juego turnista entre dos grandes partidos ha demostrado que no da respuestas. La inclusión se está quebrando, porque la crisis está causando desahucios, recortes en los derechos sociales y amenazas de debacle. La rutina también se ha roto por el ejemplo de la primavera árabe.

El futuro. Para Monedero, estamos en un momento de crisis, en el que lo nuevo de ha terminado de asentarse, ni lo antiguo de marcharse. Por era razón, en las elecciones del 15M va a votar mucha gente, pero “siete de cada diez de los que votan, están de acuerdo con los principios del 15M”. Es decir, que existe un principio de inercia que está empezando a verse cuestionada, una gran pared con una grieta. “Ver sólo la grieta es caer en el voluntarismo y ver sólo la pared es ser ciego, por no ver que está empezando a resquebrajarse”, advirtió. La grieta está marcando la tendencia. El PP hará ajustes más fuertes, porque dentro de la lógica del capitalismo neoliberal de UE y de la democracia representativa, “es casi matemático que no hay soluciones”. De forma que va a gobernar el PP y la gente va a ver que tampoco es la solución, y se va a romper la ensoñación. De forma que la rutina y la legitimidad van a explotar. A su juicio, los partidos generarán una gran coalición entre PP y PSOE, que funcionarán como mayoría parlamentaria, pero siete de cada diez españoles no estarán de acuerdo, y habrá un choque entre el poder constituido y el poder constituyente, que se dirimirá en las plazas.