Sigo con el filón de Bolivia. Ayer publique este artículo en La Tribuna de Toledo:
Cooperación internacional
El Polígono estrecha lazos con una comunidad guaraní que visitó el Che
La Asociación de Vecinos ‘El Tajo’ y Llere estudian su hermanamiento con Karahuatarenda, con el objetivo de poder facilitar a su población una educación de adultos y el fomento de la artesanía
La Asociación de Vecinos ‘El Tajo’ y la Asociación Socioeducativa Llere están estudiando el hermanamiento con la comunidad rural de Karahuatarenda, en el Chaco guaraní, Bolivia. Se trata de uno de los últimos lugares que visitó Ernesto Che Guevara meses antes de morir.
El hermanamiento podría facilitar que llegara ayuda castellano-manchega para la construcción de un museo en Karahuatarenda con los recuerdos del Che que atraiga al turismo a esta deprimida zona, pero también para la organización de un centro de educación de adultos con talleres para que las mujeres guaraníes se inserten en un plan de desarrollo de artesanía que les permita hacer sus tejidos originarios y ganarse la vida.
Manuel Peces, presidente de Llere, espera que a partir de diciembre se puedan intensificar los contactos con Bolivia. Llere está interesada sobre todo empezar a cooperar en programas de formación.
Explica Emiliano García, presidente de la Asociación de Vecinos, que va a ser necesaria la implicación de varias asociaciones del barrio, para conseguir la financiación de la Junta de Comunidades para estos proyectos. El proyecto contará con la colaboración de ‘El Tajo’, pero la Asociación no tiene la capacidad económica para desarrollarlo. Posiblemente haga falta colaborar con alguna asociación boliviana para solicitar algún programa de ayuda, como las que el Gobierno regional financia en otros puntos del país.
Lucha guaraní. La idea del hermanamiento surge de Alberto González, socio de ‘El Tajo’ y técnico de Ministerio de Educación desplazado a Bolivia para colaborar en la creación de la educación de adultos en este país. Además cuenta con la complicidad de Silvia Chumira, Directora General de Adultos de Bolivia, que es de origen guaraní.
Explica González que los guaraníes son un pueblo que durante siglos se han opuesto a la dominación, y ha defendido su tierra, su cultura y su lengua. Como fruto de su ocupación y aplastamiento, ha quedado reducido a pequeñas comunidades y núcleos en zonas muy pobres del chaco boliviano. Ernesto Guevara estuvo combatiendo en una franja de territorio entre Lagunillas y Samaipata de ochocientos kilómetros que se encuentra en territorio guaraní. Son las estribaciones de los Andes en su caída hacia el Chaco guaraní. Pese a que pasó por las comunidades guaraníes curando como médico y ayudando a la gente, el miedo a la dictadura y el atraso cultural en ese momento impidió que los campesinos lo apoyaran.
El 28 de mayo de 1967 el Che y su grupo visitaron Karahuatarenda, una aldea guaraní que continúa en la pobreza extrema. «Lo que ha cambiado es que los campesinos guaraníes admiran hoy a Ernesto Guevara como uno de los suyos», explica González. Ahora el pueblo quiere seguir conservando esta memoria y enseñarla a los visitantes.
Desde que en 1992, el pueblo guaraní decidió iniciar su lucha por recuperar su dignidad, mediante la cultura y la inteligencia, ha hecho planes de desarrollo y tienen una buena organización, pero necesitan muchos medios para poder avanzar.
«Nada mejor que apoyar un centro de adultos en esta comunidad y respaldar el plan de desarrollo de artesanías que tienen las mujeres, a la par que el turismo en torno a una ruta que recorrió Ernesto Guevara», advierte González. A su juicio, el posible hermanamiento con ‘El Tajo’ y Llere «es una cosa pequeña pero que puede unir pueblos y gentes, a través de las ideas».
El hermanamiento podría facilitar que llegara ayuda castellano-manchega para la construcción de un museo en Karahuatarenda con los recuerdos del Che que atraiga al turismo a esta deprimida zona, pero también para la organización de un centro de educación de adultos con talleres para que las mujeres guaraníes se inserten en un plan de desarrollo de artesanía que les permita hacer sus tejidos originarios y ganarse la vida.
Manuel Peces, presidente de Llere, espera que a partir de diciembre se puedan intensificar los contactos con Bolivia. Llere está interesada sobre todo empezar a cooperar en programas de formación.
Explica Emiliano García, presidente de la Asociación de Vecinos, que va a ser necesaria la implicación de varias asociaciones del barrio, para conseguir la financiación de la Junta de Comunidades para estos proyectos. El proyecto contará con la colaboración de ‘El Tajo’, pero la Asociación no tiene la capacidad económica para desarrollarlo. Posiblemente haga falta colaborar con alguna asociación boliviana para solicitar algún programa de ayuda, como las que el Gobierno regional financia en otros puntos del país.
Lucha guaraní. La idea del hermanamiento surge de Alberto González, socio de ‘El Tajo’ y técnico de Ministerio de Educación desplazado a Bolivia para colaborar en la creación de la educación de adultos en este país. Además cuenta con la complicidad de Silvia Chumira, Directora General de Adultos de Bolivia, que es de origen guaraní.
Explica González que los guaraníes son un pueblo que durante siglos se han opuesto a la dominación, y ha defendido su tierra, su cultura y su lengua. Como fruto de su ocupación y aplastamiento, ha quedado reducido a pequeñas comunidades y núcleos en zonas muy pobres del chaco boliviano. Ernesto Guevara estuvo combatiendo en una franja de territorio entre Lagunillas y Samaipata de ochocientos kilómetros que se encuentra en territorio guaraní. Son las estribaciones de los Andes en su caída hacia el Chaco guaraní. Pese a que pasó por las comunidades guaraníes curando como médico y ayudando a la gente, el miedo a la dictadura y el atraso cultural en ese momento impidió que los campesinos lo apoyaran.
El 28 de mayo de 1967 el Che y su grupo visitaron Karahuatarenda, una aldea guaraní que continúa en la pobreza extrema. «Lo que ha cambiado es que los campesinos guaraníes admiran hoy a Ernesto Guevara como uno de los suyos», explica González. Ahora el pueblo quiere seguir conservando esta memoria y enseñarla a los visitantes.
Desde que en 1992, el pueblo guaraní decidió iniciar su lucha por recuperar su dignidad, mediante la cultura y la inteligencia, ha hecho planes de desarrollo y tienen una buena organización, pero necesitan muchos medios para poder avanzar.
«Nada mejor que apoyar un centro de adultos en esta comunidad y respaldar el plan de desarrollo de artesanías que tienen las mujeres, a la par que el turismo en torno a una ruta que recorrió Ernesto Guevara», advierte González. A su juicio, el posible hermanamiento con ‘El Tajo’ y Llere «es una cosa pequeña pero que puede unir pueblos y gentes, a través de las ideas».
El artículo está aquí en La Tribuna: http://www.latribunadetoledo.es/noticia.cfm/Local/20101220/poligono/estrecha/lazos/comunidad/guarani/visito/che/FD307620-9874-D0D3-024946D445CE812C
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