Al leer el libro Reader Player One, de Eners Cline, uno tiene la misa sensación que la primera vez que ve el vídeo de Crecí en los Ochenta del Reno Renardo. Se trata de una sucesión de frikadas de los ochenta sin otra conexión que la narrativa, una provocación a la nostalgia fácil, pero muy efectiva. Pero si el vídeo se centra más en la televisión y la publicidad, y sobre todo rememora la década desde el punto de vista español, el libro lo hace en los juegos de ordenador más antiguos (lo siento, nada de Spectrum o Amstrad) y las máquinas recreativas. En lo que ambos coinciden es el amor a esas pelis de críos y por los delorians...
El libro trata de la competición online a través de un mundo de realidad virtual (Oasis), cuyo premio es la mayor fortuna del mundo. Pero ojo, que el autor del concurso no lo ha puesto nada fácil. Es un friki de los ochenta que obliga a los concursantes (que a la postre son casi toda la población de un mundo realmente en crisis, no como nosotros) a empaparse de la cultura de aquella década, sus juegos, su publicidad, música o películas. Y a partir de ahí unos críos comienzan a jugar, en competición, sobre todo, contra los malos malísimos de una multinacional.
El libro en sí es algo lento al principio, puesto que pasa muchas páginas explicando cómo es el mundo, el juego y las relaciones sociales. Poco a poco va cogiendo velocidad y engancha. Y aunque desde el principio sabes que el prota va a ganar el concurso, porque lo está contando después, es relativamente poco previsible, y la novela va evolucionando.
La verdad es que el transcurso de la trama me recuerda un tanto a las pelis de Spilberg, con malos muy desalmados y niños (bueno, semiadultos con mentalidad de niños) muy buenos, pero muy listos, que ponen en juego a los supermalos.
Es una lectura recomendada para pasar el rato en plan friki. A ver si no la cagan mucho con la película.
No hay comentarios:
Publicar un comentario